20 sept 2007

Es Tiempo de orar...



Oración por la Paz

Dios de infinita misericordia y bondad,con corazón agradecido te invocamos hoy en esta tierra que en otros tiempos recorrió San Pablo.
Proclamó a las naciones la verdad de que en Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. Que tuvoz resuene en el corazónde todos los hombres y mujeres,cuando los llames a seguir el camino de reconciliación y paz, y a ser misericordiosos como tú.
Señor, tú diriges palabras de paz a tu pueblo y a todos los que se convierten a ti de corazón.Te pedimos por los pueblos de Oriente Próximo.
Ayúdales a derribar las barrerasde la hostilidad y de la división y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad.
Señor, tú creas cielos nuevos y una tierra nueva. Te encomendamos a los jóvenes de estas tierras.
En su corazón aspiran a un futuro más luminoso; fortalece su decisión de ser hombres y mujeres de paz y heraldos de una nueva esperanza para sus pueblos. Padre, tú haces germinarla justicia en la tierra.
Te pedimos por las autoridades civiles de esta región, para que se esfuercen por satisfacer las justas aspiraciones de sus pueblos y eduquen a los jóvenes en la justicia y en la paz.
Impúlsalos a trabajar generosamente por el bien común y a respetar la dignidad inalienable de toda persona y los derechos fundamentales que derivan de la imagen y semejanza del Creador impresa en todo ser humano.
Te pedimos de modo especial por las autoridades de esta noble tierra de Siria.
Concédeles sabiduría, clarividencia y perseverancia; no permitas que se desanimen en su ardua tarea de construirla paz duradera, que anhelan todos los pueblos. Padre celestial, en este lugar donde se produjo la conversión del apóstol San Pablo,te pedimos por todos los que creen en el evangelio de Jesucristo.
Guía sus pasos en la verdad y en el amor.Haz que sean uno, como tú eres uno con el Hijo y el Espíritu Santo.
Que testimonien la paz que supera todo conocimiento y la luz que triunfa sobre las tinieblas de la hostilidad, del pecado y de la muerte.
Señor del cielo y de la tierra, Creador de la única familia humana,te pedimos por los seguidores de todas las religiones.
Que busquen tu voluntad en la oracióny en la pureza del corazón,y te adoren y glorifiquen tu santo nombre. Ayúdales a encontrar en ti la fuerza para superar el miedo y la desconfianza, para que crezca la amistad y vivan juntos en armonía.
Padre misericordioso, que todos los creyentes encuentrenla valentía de perdonarse unos a otros, a fin de que se curen las heridas del pasado y no sean un pretexto para nuevos sufrimientos en el presente.
Concédenos que esto se realice sobre todo en Tierra Santa, esta tierra que bendijiste con tantos signos de tu Providencia y donde te revelaste como Dios de amor.
A la Madre de Jesús,la bienaventurada siempre Virgen María,le encomendamos a los hombres y a las mujeres que viven en la tierra donde vivió Jesús.
Que, al seguir su ejemplo, escuchen la palabra de Dios y tengan respeto y compasión por lo demás, especialmente por los que son diversos de ellos.
Que, con un solo corazón y una sola mente, trabajen para que todo el mundo sea una verdadera casa para todos sus pueblos.

¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz!


Amén.



P.P. Juan Pablo



ORACIÓN POR LAS NACIONES DEL MUNDO


Yo ruego a Dios Todopoderoso. Tú creaste a los seres humanos iguales. Tú nos ordenaste que viviésemos como una sola familia. Estamos delante de Tú Santidad y bajo Tú amparo. Todos vivimos por Tú gracia y somos guiados por Tus designios. Yo ruego a Dios, el Creador. Tú nos amas, nos creastes y diste vida, nos diste a cada uno habilidades y nos colmastes con un mar de bendiciones. Te pido Dios que nos bendigas con la unión de todos los seres humanos, que haya armonía en todas las religiones, que todas las naciones sean una, que nos ayudes a vernos como hermanos y hermanas de una sola familia, que veamos a nuestro planeta Tierra como un sola nación y nos bendigas para que vivamos en Paz. Yo ruego a Dios que genere el poder para unir a todos los seres humanos.Te ruego que construyas los cimientos de la Paz y te pido que fundes a todos los corazones en uno. Dios Misericordioso, te pido que llenes mi corazón con la fragancia de Tú Amor, que abras nuestros ojos con Tú Divina Luz y nuestros oídos con Tus amorosas palabras y te ruego nos protejas en la fortaleza de Tus Designios. Tú eres el Omnipotente, Infinito y Eterno. Tú eres el misericordioso y El que perdona las bajezas y debilidades de la humanidad.




Te ruego escuches mi plegaria.




Luong Minh Dang







Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón, conserva nuestro buen humor, guarda nuestra alma en paz, vigoriza la salud, embellece nuestro rostro e inspira buenas obras. Sonriamos a los rostros tristes, tímidos, enfermos, conocidos, familiares y amigos. Sonriámosle a Dios con la aceptación de todo lo que El nos envié y tendremos el merito de poseer la mirada radiante de su rostro con su amor por toda la eternidad. Las palabras de Cristo son muy claras, pero debemos entenderlas como una realidad viviente, tal como El las propuso. Cuando El habla de hambre, no habla solamente del hambre de pan, sino hambre de amor, hambre de ser comprendido, de ser querido. El experimentó lo que es ser rechazado porque vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron. Y El conoció lo que es estar solo, abandonado, y no tener a nadie suyo. Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado. -




Madre Teresa, M.C.






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